La pequeña historia de las Pinzas….
Del viaje a la venta….
El descubrimiento; todo por amor
Con motivo de un viaje a Japón en 2007 descubrimos estas famosas pinzas de pico floral, ese año marcó el comienzo de una historia de amor entre las mismas y Charlotte. Pero Japón no está a la vuelta de la esquina y decidí volver a Japón con la misión de traer de vuelta aquella peculiar pieza estampada a mi mujer. Fue una auténtica pesadilla encontrarlas, la pinza ni siquiera es tan común allí. Por suerte mi amigo Mac Giver me hizo pensar en una nueva alternativa: fabricar el objeto yo mismo. Tras mover cielo y tierra para conseguir los famosos tejidos Chirimen y otras telas de algodón en Japón e ir en busca de pinzas y pegamento especial, únicamente tuve que pedirle a Charlotte que eligiese su tela…
¿Cómo decidir ante el amplio abanico de colores y estampados?
Nuevo reto: ¿cómo decidir ante esta profusión de colores y estampados? Una pinza gris para cada día, una verde porqué me combina con el pelo, el turquesa porque es mi color, una negra con hilos dorados para ir elegante, una rosa en los días deprimidos… hay una gran variedad para hacer millones de combinaciones, es tan sencillo como plasmar tu estado de ánimo en el color de la ropa y que la misma combine con los complementos, es decir…. ¡con las pinzas!
Pero espera, ¿por qué no intentamos que sea un negocio? Oops……